29 julio, 2010

Espejismo

En un impulso,
en un arranque desmedido
creí verte temor.

Blanco de mi ilusión no superada
bajé del tren a toda priesa:
la cara iluminada,
lista para estrecharte entre mis brazos.

Tu imagen se esfumó en un segundo
y toda mi fuerza se convirtió en fastidio.
Entorpecí nerviosa ante mi imagen
(breve crueldad de mi deseo.

Sobrevino el hastío, el desespero,
tuve miedo de mí, terrible miedo...

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