10 noviembre, 2009

Deseo más Desencuentro

-Aceptar que estás ahí
pero no estás-

No tienes sombra
ni duda
ni aires de esperanza,
ni te palpita el corazón,
ni extrañas...

no te sudan las manos
no desmayas
ni te explotan los ojos,
los pulmones,
no te sangran los pies
de tanto andar a gatas,
ni te duelen las manos
de tanto apretar ganas,

tampoco das coses como deseperado
ni gritas, para que nadie te oiga,
ni abrazas, ni succionas,
ni retienes...
ni das, ni me regalas.

Y nada...

que yo no puedo
con tanta incertidumbre,
con tanto desencuentro,
con tanto deseo, contrahecho;

que no puedo quererte en el silencio:
en mis lloros,
en lo escrito o lo que anhelo.

No puedo ser tu amor de fines de semana:
de figuras oscuras, literarias,
ni de sombras, de humo,
de nevadas, de efímeros orgasmos,
de recuerdos, de pasos, de reflejos...

No puedo irme a guardar lo que siento en el baúl
porque no basta
porque no se hizo para eso.
El deseo no es para ponerse en la vitrina cual trofeo
ni el amor pa retrato, de algo viejo.

No he de quedarme aquí.
Me voy sin despedirme,
me destierro.
Si está vedado hablar me ausento.
Es preciso: debo salir huyendo
enfrente está el abismo y...
ya no quiero.

Soy una cobarde.
Mares negros he visto. No regreso.
Me voy antes que alguno de los dos naufrague.
No me devuelvas nada.
De pronto lo que tengo es demasiado
¡y eso que todavía no lo tengo!

Emigro sin decir lo que he querido:
Quiero...

No hay comentarios.: