04 enero, 2011

Análisis 1: de las poppers al ¿amor…?

Al inspirar la sustancia adictiva, se produce un dilatación de los vasos sanguíneos que aumenta el ritmo cardiaco, produciendo sensaciones de calor y/o euforia.

Es altamente estimulante, y precisamente por la velocidad de su efecto, puede aliviar problemas como anginas, angustia u otros malestares. Sin embargo funciona sólo por breves períodos, aunque no existe una media de duración.

Es una droga altamente consumida pues no genera dependencia física, pero sí psicológica.

Es probable que después de haberla probado surja una necesidad de aumentar la dosis para lograr el efecto arterial acelerado que genera una sensación similar a estar excitado, motivado o enamorado, estados que frecuentemente se confunden. Existen quienes la consumen pues asumen que es la sustancia menos riesgosa para la mente y el organismo debido a que sus efectos desaparecerán tras una temporada de abstinencia y evidente soledad, como bien indica la Receta de un tal JameS.

No obstante la “fácil” desintoxicación (pues ninguna limpia es fácil y menos en casos de sexualidad contenida y forzada soledad), su consumo continuado daña y afecta de por vida el sistema circulatorio, nervioso e inmunológico, y se ha demostrado, (a través de testimonios de convalecientes que han vivido para contarlo) que áreas tales como la confianza, la ilusión e incluso la ideología llegan a afectarse, sin recuperarse nunca por completo.

En resumen, el menjurje ése al que llaman Amor es, a la larga potencialmente peligroso, tanto como las Poppers.

2 comentarios:

J. Leticia G. dijo...

¡Mmmm, pues vaya con esas drogas, hay que valorar bien antes de consumirlas!

(Je dois avouer que j'ignorais ce que c'est les poppers!)

DianaSa dijo...

son unas drogas que se inhalan y producen casi todos esos efectos parecidos. Yo tampoco lo sabía hasta hace poco.
Mira:
http://es.wikipedia.org/wiki/Popper